La obesidad infantil
Muchos son los artículos que se han publicado sobre la obesidad infantil. Este problema que afecta a una parte importante de nuestra población infantil tiene y mucho que ver con el estrés que sufren sus padres debido al ritmo de vida que soportamos día a día.
Aquellos que deciden ser padres se embarcan no solo en la tremenda aventura que supone el hecho en sí de tener descendencia, sino que además tienen que saber que esta decisión condicionará no sólo su vida sino la de estos niños.
Desde que nacen cambian nuestra vida
Está claro que escucharás esta frase en innumerables ocasiones y no solo de madres y abuelas, también de tus propios amigos sufridores. Los niños lo cambian todo, sobre todo tu ritmo de vida. Ya no te sientes relajado si un día te duchas más tarde de la cuenta, o si apuras las horas de sol con los amigos en la cafetería.
Cuando tienes un bebé nace en tu interior una necesidad de imponer un horario en la casa que pocos pueden salvar, por lo menos durante el nacimiento del primer hijo.
Con el objetivo de poder dormir más horas te convences de que cumplir el horario establecido es la solución al problema de insomnio y rara vez se cumple esta idea.
Si además los progenitores tienen la enorme suerte de trabajar la cosa se empeora, además de seguir el horario de casa hemos de seguir el horario del resto del mundo, el de la oficina, el de las tiendas…
Al llegar a casa necesitas un poco de tranquilidad dentro de lo que te permita el maldito horario claro pero los niños no piensan igual y en ocasiones parece que intentan ponernos más obstáculos, es entonces cuando por recibir un espacio de paz les damos lo que piden y aquí entra la mala alimentación, los caprichos que solicitan nuestros hijos suelen incluir comidas a deshoras, golosinas, dulces o todo tipo de sustancias que provocan que nuestro hijo se predisponga a la obesidad en un futuro.
La responsabilidad de los padres
También se podrá considerar razón de obesidad el caso en el que los padres permiten todo lo que sus hijos quieran porque si, es decir sin interés previo alguno, o aquellos que por falta de tiempo y de organización no saben ofrecer a sus hijos una dieta adecuada para su desarrollo.
La cuestión es que los niños son al fin y al cabo niños, necesitan ser guiados, igual que cuando son bebés necesitan nuestra ayuda en todo momento, la siguen necesitando cuando han crecido algo más. Hagámoslo por nuestros hijos, eduquemos a nuestra prole en la alimentación sana igual que lo hacemos para que nos obedezcan, por su salud y por la nuestra y sobre todo para evitar problemas futuros.